Los beneficios de la endoscopia
La endoscopia implica el uso de tubos flexibles, conocidos como endoscopios, para brindar una visión cercana, en televisión a color, del interior de su tracto digestivo. Los endoscopios superiores se pasan a través de la boca para visualizar el esófago, el estómago y el duodeno (la primera porción del intestino delgado), mientras que los endoscopios inferiores (colonoscopios) se pasan por el recto para ver el colon o el intestino grueso. Otros endoscopios especiales permiten a los médicos ver partes del páncreas, del hígado y de la vesícula biliar también.
La endoscopia ha constituido un adelanto importante en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales. Por ejemplo, el uso del endoscopio permite la detección de úlceras, cáncer, pólipos y sitios de sangrado interno. A través de la endoscopia se pueden obtener muestras de tejido (biopsias), desobstruir áreas de bloqueo, y detener sangrados activos. Pueden extirparse pólipos del colon, lo cual se ha demostrado que previene el cáncer de colon.
La endoscopia se realiza con facilidad a pacientes ambulatorios, y los pacientes la toleran muy bien. La técnica de la endoscopia es sumamente segura, con índices de complicaciones sumamente bajos cuando es realizada por un endoscopista debidamente capacitado, como los miembros de la Sociedad Americana para
Endoscopia Gastrointestinal (ASGE).
Características del endoscopio
Un endoscopio consiste en un tubo flexible que se pasa por el tracto digestivo para proporcionar una imagen de vídeo, y en una sección de control que permite al endoscopista maniobrar la punta del tubo flexible con precisión. Dentro del tubo están los componentes electrónicos necesarios para obtener la imagen de vídeo, los cables que permiten el control de la punta flexible, y los canales que permiten el pasaje de dispositivos para obtener muestras de tejido, detener sangrados o extirpar pólipos. El endoscopio es un instrumento complejo pero duradero, y es seguro para ser usado en miles de procedimientos.
Efectividad de las pautas de reprocesamiento
La difusión e implementación de las pautas para el reprocesamiento del endoscopio (limpieza y desinfección) detalladas anteriormente han dado como resultado un registro de seguridad notable para las endoscopias. En base a la literatura médica, el Comité de Tecnología de la ASGE estima que la posibilidad de transmisión de una infección grave a través de la endoscopia es de sólo de 1 en 1.8 millones. Dados los múltiples beneficios de la endoscopia, no es de asombrarse el hecho de que la cantidad de procedimientos realizados crezca cada año y que la endoscopia sea un pilar equipo y suministros adecuados en todo momento, y estrictos procedimientos para informar sobre posibles problemas.
Disponibilidad de las pautas de reprocesamiento Las pautas de la ASGE para el control de infecciones durante una endoscopia gastrointestinal ofrecen las técnicas más modernas e instrucciones detalladas sobre el procedimiento adecuado para la limpieza y desinfección de endoscopios. Las mismas se distribuyen a todos los miembros de la ASGE, y se revisan y actualizan periódicamente. Se puede acceder a esta información fácilmente en el sitio web de la ASGE (www.asge.org), o llamando o escribiendo a la ASGE.
Preparación de un endoscopio para cada procedimiento
En todas las áreas de la medicina y la cirugía, los dispositivos médicos complejos por lo general no se descartan después de usarlos una vez en un paciente, sino que se vuelven a usar en nuevos pacientes.
Esta práctica es muy segura, siempre y cuando los dispositivos se preparen o reprocesen de manera adecuada, previo a cada procedimiento, a fin de eliminar todo riesgo de transmisión de una infección de un paciente a otro.
Previo a la realización de un procedimiento, el endoscopio debe ser limpiado y desinfectado cuidadosamente conforme a las pautas publicadas por la Sociedad Americana para Endoscopia Gastrointestinal (ASGE) que han sido aprobadas por todas las asociaciones médicas de importancia que trabajan con endoscopias y control de infecciones. Los pasos implicados en la limpieza y desinfección de un endoscopio son los siguientes:
Limpieza mecánica.
Los canales de operación y las partes externas del endoscopio se lavan meticulosamente, se repasan con líquidos especiales que contienen enzimas, y se cepillan con instrumentos de limpieza especiales. Los estudios han demostrado que estos pasos solos pueden eliminar virus y otros microbios potencialmente nocivos de un endoscopio. Sin embargo, se hacen muchas otras cosas antes de que el endoscopio se considere apto para su uso.
Prueba de pérdidas.
Se prueba el endoscopio para asegurar que no haya pérdidas en sus canales de operación internos. Eso no sólo asegura el óptimo funcionamiento del endoscopio sino que también permite la detección inmediata de defectos internos que puedan representar un foco infeccioso potencial dentro del dispositivo.
Pese a sus complejos componentes electrónicos se puede sumergir un endoscopio entero en líquido para poder llevar a cabo la prueba de pérdidas.
Uso de desinfectantes químicos.
A continuación, el endoscopio se empapa constantemente, durante un período de tiempo adecuado, con uno de varios productos químicos líquidos aprobados que destruyen los microorganismos que pueden provocar infecciones en los seres humanos, incluyendo el virus del SIDA, virus de hepatitis y bacterias potencialmente nocivas. Existe una serie de desinfectantes químicos que se utilizan para lograr un alto nivel de desinfección. Este proceso elimina prácticamente todos los microbios, excepto algunos organismos latentes inactivos conocidos como esporas. No obstante, excepcionalmente se encuentran esporas en los endoscopios, e, incluso estando presentes, no son nocivas para los humanos. Pese a que la mayoría de los desinfectantes de alto nivel también son esterilizantes (que matan todas las esporas), esto requiere un tiempo de exposición mucho mayor y no se ha demostrado que sea necesario. La boca, el intestino delgado, el colon y el recto de los seres humanos contienen millones de bacterias inocuas. Por lo tanto, en cuanto el endoscopio toca la superficie interna del paciente, deja de estar estéril. El objetivo de un endoscopio “estéril” desde el principio hasta el final de un procedimiento no es posible. Por lo tanto, el objetivo del reprocesamiento es eliminar del endoscopio todo microbio potencialmente nocivo. Este objetivo se puede lograr con desinfectantes químicos de alto nivel y siguiendo las pautas estándar de reprocesamiento.
Enjuague y secado.
Después de la exposición al desinfectante químico, los canales del endoscopio se enjuagan con agua esterilizada, seguida de alcohol, y luego se secan con aire para eliminar cualquier rastro de humedad que pueda constituir un sitio de crecimiento bacteriano desde el entorno. El endoscopio entonces se guarda en una percha especial para mantenerlo seco y sin contaminación.
RECORDATORIO IMPORTANTE: Esta información tiene como único fin proporcionar pautas generales y no ofrece una opinión médica definitiva. Es muy importante que consulte con su médico acerca de su enfermedad específica.